El futuro de la NBA - Parte 1

Mientras seguimos pelotudos con el Mundial que se está llevando a cabo en Sudáfrica, acá en Smokesellers seguimos con toda la leche y la inercia de las finales Boston-Los Angeles y armamos un mini resumen de LOS jugadores a tener en cuenta en las próximas temporadas de la liga más importante del mundo del baloncesto.
ATENCION: Conociendo los poderes mufísticos de la página y un servidor, lo más probable es que todos los aquí nombrados terminen, el mejor como Antoine Walker y el peor como Tractor Traylor. Todos gordos drogadictos... aunque miembros invaluables del Eje del Bien.
ATENCION 2: No soy un experto, no me juzguen. Si alguien está un poco interiorizado en el mundo mundial de basket, probablemente los siguientes comentarios no le digan nada porque ninguno es un descubrimiento mío, simplemente ando cebado con el Draft y siempre cae algún que otro neófito que puede llegar a disfrutar esto. Como hice yo antes de escribir esto, obviamente.

De Marcus Cousins, Pivot/Ala Pivot, drafteado este año en el puesto 5 por los Sacramento Kings

No voy a bolacear a nadie. La primera vez que supe algo de este jugador fue viendo una lista en un Mock Draft, y lo único que me llamó la atención en ese momento fue su... peso. 135 kilos en un jugador interno de 19 años son algo que llama notablemente la atención (es igual o más de lo que pesaba Shaquille O'Neal en su año de ingreso a la liga). Si a esto le agregamos una muy buena capacidad atlética (no es una morsa amorfa e inmóvil, ni mucho menos) nos encontramos con un jugador físicamente intimidante, capaz de marcar diferencias en el juego interno como ningún otro en su promoción del Draft. No solo es alto e imponente, tiene brazos largos que derivan en una buena capacidad reboteadora. A pesar de que podría tratarse de un especímen meramente físico, tiene una técnica interesante en el juego interno. Su defensa tiene que ser mejorada, pero ya de por sí sus herramientas físicas le brindan una ventaja notable en el tema.
Los únicos defectos que se le marcan son dos, pero son lo suficientemente graves. Primero, claramente tiene tendencia a engordar, por lo que podría tener tranquilamente futuro de Shawn Kemp, o aún peor, de Tractor Traylor. Y en segundo lugar, algo muy común en muchos de los grandes prospectos que año tras año aparecen en USA, DeMarcus Cousins tiene mierda en la cabeza. Pelotudea constantemente, boludea demasiado seguido, forrea o no da bola a entrenadores y compañeros... claro que nuevamente, puede terminar como un Gerald Green (¿quién? exacto) o como un Sheed Wallace. Es considerado como la gran apuesta del draft, es decir, el mayor riesgo al mismo tiempo que el mayor potencial de éxito.


Jan Vesely, Ala Pivot checo del Partizan Belgrado de Serbia. Disponible para el Draft del 2011


Cuando uno ve las instancias finales de la Euroliga suele toparse con equipos formados a base de millones de Euros. Un ejemplo claro es el Barcelona, que en el último Final Four contaba con monstruos como el ex NBA Juan Carlos "La Bomba" Navarro, o dos jugadores elegidos en posiciones muy altas en drafts de los últimos años como Ricky Rubio y Fran Vásquez y que se negaron hasta ahora a recalar en la liga más importante del mundo, para seguir buscando experiencia, euros y comodidad en la península ibérica. El Barcelona derrotó en la final al Olympiakos griego, que contaba entre sus filas con Josh Childress, un jugador decente de la NBA que prefirió los euros que le pagaba el país mediterráneo y la comodidad europea, a la competencia en Estados Unidos. Hablamos entonces de dos equipos capaces de competir económicamente con muchas de las franquicias de la liga norteamericana. Sin embargo, hubo en el último Final Four un convidado de piedra, un equipo con historia, si, pero proveniente de un país y una liga económicamente pobres para la elite europea: el Partizan de Belgrado. Hay que tener en cuenta que siempre que un equipo yugoslavo destaque, tiene que ver con la presencia de futuras perlas del basket FIBA. Este caso no es la excepción, y Jan Vesely es LA promesa de la Liga Adriática.
Habiendo explotado en el 2009, y asentádose este año, el checo Jan Vesely se ha constituido en la gran promesa europea en vistas al draft del año 2011. Se trata de un jugador muy versátil y al mismo tiempo de buena altura. Prácticamente el ideal de jugador europeo que gusta de buscar la NBA (recordar a Kukoc, Nowitzky, Bargnani o Gallinari). Destaca por su intensidad a la hora de jugar (lo que lo llena de rebotes y faltas personales) lo que deriva en una presencia interior notable, un tiro más que interesante (con un gran futuro en el tiro de tres si lo termina de pulir) y su tendencia a rematar jugadas ofensivas con volcadas con relativa facilidad (lo que siempre es una ventaja en el ultrafísico juego estadounidense). Como su juego de tres, sus movimientos en el poste bajo necesitan un poco de trabajo, aunque como recién será drafteado el año que viene, todavía tiene un buen tiempo para terminar de armarse como jugador, además de que jugar en Europa suele ser una ventaja notable en comparación con aquellos que tienen que foguearse en el baloncesto universitario norteamericano (aún más teniendo en cuenta que está jugando en la elite profesional desde hace al menos un año, mientras que sus coetáneos yankis recién están ingresando al competitivo pero aún amateur college).
El gran problema que le encuentro a este muchacho no es algo que sea propio de su juego, sino de lo que se pueda llegar a esperar de él. Desde el surgimiento del alemán Dirk Nowitzky hace más de una década que tomó a todo el mundo por sorpresa, en Estados Unidos están buscando repetir la misma experiencia. Un ala pivot de 2 metros 11, con rango de tiro de tres puede llegar a ser demasiado tentador, como en su momento lo fue Andrea Bargnani, pero como el italiano, si lo que buscan es un nuevo Dirk, lo más probable es que terminen por arruinarlo.


Ricky Rubio, Base español, jugador del Barcelona, drafteado el año 2009 en la posición número 5 por los Minnesota Timberwolves

Lo más parecido al fenómeno Le Bron James que ha surgido en el baloncesto europeo. Obviamente el comentario no es por su juego, sino por lo que representa. Cuando Le Bron James ingresó a la NBA directo desde el secundario, todos, absolutamente todos tenían la certeza de lo que habría de ser: El mejor jugador del mundo. Hoy, tras su segunda temporada como MVP de la temporada regular y con tan solo 25 años, podemos decir que ha cumplido con las espectativas que se tenían para con él. En el caso de Rubio, también desde su aparición hace ya muchos años que todos sabemos lo que ha de ser. Arrancó como el jugador más joven en debutar en la historia de la liga española con 14 años y 11 meses, siguió consolidándose de forma constante y sólida en el Joventut de Badalona para luego recalar en el todopoderoso Barcelona, dónde es hoy por hoy el base titular y jugador indiscutido del reciente campeón de Europa. Hoy por hoy es el mejor defensor externo de la liga ACB, gracias a su tamaño y largo de brazos (y mañas, claro está), además de presentar un eximio manejo del tempo de los partidos para un base de su edad. En contra le juegan un tiro no muy pulido (cosa de tiempo, no será un especialista pero tampoco necesita serlo) y su capacidad física, que aunque realmente buena para el basket FIBA tal vez lo haga quedarse relegado en ese sentido en la NBA.
Si considerábamos en Jan Vesely como una ventaja la experiencia que adquirió y habrá de adquirir en Europa, entonces en el caso de Rubio esta ventaja será abismal. Profesional desde hace cuatro años, con torneos continentales e internacional absoluto con la selección de su país, habiendo conseguido medalla de plata en los últimos Juegos Olímpicos de Pekín (tan solo por detrás del Redeem Team de Le Bron, Kobe, Melo, Howard y compañía) y último campeón en la Eurocopa, tras haber paseado a figuras como Tony Parker, base francés de los Spurs, el día que decida dar el salto a la NBA será un "falso rookie", un tipo con suficiente bagaje en sus espaldas como para cargarse una franquicia al hombro, o al menos, ser un jugador que tenga un impacto inmediato en el juego de su equipo.