Esto es solo un compendio de canciones con el objetivo de mostrar un lado del cantante al que tal vez no se le de tanta bolilla...
Hoy, y me banco los piedrazos que voy a recibir por monótono, empezamos con maese Dylan, y tres ejemplo de porque, aunque tiene una voz nasal de mierda, pifia notas y canta a destiempo, es un tipo que, cantando/fraseando/recitando una canción puede hacerla alcanzar un grado de fuerza, de profundidad y de sentimiento que muchos grandes cantantes desearían poder lograr.
El primer ejemplo es "In my time of Dyin'", un tema que ya era viejo en 1962 cuando Bob lo grabó en su álbum debut. Dylan tenía en ese entonces 20 años, pero canta el tema como si se tratara de algún músico callejero de fines del siglo XIX.
El segundo ejemplo es, además, uno de los primeros video clips realmente originales de la historia del rock (y que además inspiró el video de "Ídolo de los quemados" de León Gieco). En este tema de 1965, incluido en el álbum "Bringing it all back home", Bob nos deleita con lo que podrían ser los primeros versos "rapeados" del rock. Presten atención a como encajan las palabras, al ritmo que tienen en sí, y como, no importa qué carajo esté diciendo, o si es un delirio sin sentido, a quién mierda le importa!!! Lo dice tan bien!!!
El último ejemplo es de uno de sus últimos discos, Time out of Mind, en el que un ya viejo Dylan se las arregla para parecer aún más viejo, y mostrarnos como una voz que de joven nunca había sido precisamente privilegiada, con los años se destruye aún más... pero el bueno de Bob se las arregla para mostrar que no hay nada más efectivo que convertir los defectos en virtudes, y saca joyas de la manga como este tema, "Love Sick".
miércoles, 24 de septiembre de 2008
El contar en el cantar (parte 1)
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El contar en el cantar
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