Hitos del Comic II - Sandman

No estamos descubriendo nada. No estamos posteando algo original, algo que nadie sepa, algo que yo atesore como un secreto de esos que te reconforta saber. Neil Gaiman es abiertamente conocido como el Golden Boy de la ficción norteamericana. Novelas, películas, comics, del tipo han emergido montones de producciones que se han vendido de forma impresionante para un tipo que guionaba historietas "independientes" (porque vamos, lo más independiente que tiene Vértigo es la barba de Alan Moore). "Alguien que me ayude!!! Un original de Watchmen por una Gillete!!!"

Pero, parafraseando a Marcelo Bielsa, tengo la antipática obligación de ser sincero con los que entran al blog (probablemente buscando fotos de Caruso Lombardi en calzoncillos) y debo decir que no me gusta demasiado la mayor parte de las cosas que he leido de Gaiman, a pesar de que este comenzó en el mundo del comic, justamente, como protegido de Alan Moore, que es algo así como si yo ahora decidiera dedicarme al fútbol y para ayudarme a empezar Maradona me convocara a la selección. Es poco lo que leí de él, es cierto, pero nada me había parecido más que un generoso 6.
Stardust? Meh.
Arlequín Enamorado? Puf.
1602? 1602!?!?!?!? Eso solo ameritaría su inclusión en el libro negro de los comics de Davor...

Pero una vez, hace exactamente dos años y medio, vi en una librería yanki un libro de dibujos que pendulaban entre el garabato, la oscuridad y la ambigüedad, muy a la usanza de Hellblazer, y que me había recomendado mucho tiempo atrás Fefo (otro integrante del blog). ¿Por donde empiezo?

Un miembro de una sociedad ocultista en la Londres de principios del siglo XX tiene la obsesión de atrapar a la Muerte. ¿Puede haber misión más noble, o anhelo más elevado? ¿Se puede ser más pretencioso? ¿Puede uno ser más ambicioso?. Rituales, símbolos, runas, objetos, y sin embargo todo sale mal. Bueno, no tan mal. No logran atrapar a la Muerte sino a su hermano menor: El Sueño.
Así arranca el primer tomo de la enorme y maravillosa mitología del mundo Sandman. Como ya dije hace poco, odio los lugares comunes, y siempre que se describe este comic se usa el término "Mitología". Pero debo pedir disculpas, porque Neil Gaiman aborda prácticamente todas las cosmologías encarables (y más incluso) del mundo. Dioses griegos, nórdicos, orientales, hadas, ángeles, demonios, y por sobre todas las cosas, siete hermanos, los siete eternos, las siete ideas primordiales que existen desde que existe la existencia: Destino, Destrucción, Muerte, Sueño, Deseo, Desespero, y la menor, la dama Delicia que en algún momento de la historia trocó, sin quererlo, en Delirio.La historia se enfoca, es cierto, en Morfeo, el Moldeador, Oneiros, el Rey de lo que Nunca Fue, No Es y Nunca Será, pero, aunque no sea mi guionista favorito, Neil Gaiman destila talento, talento natural de ese que no se gana con esfuerzo, sino que se transpira desde niño, y es exprimiendo hasta la última gota de este talento que destila su pluma que logra abarcar tanto, pero tanto a partir de la noción de personificar las Ideas inherentes a la existencia, que la cosmología en la que nos vemos inmersos al leer Sandman nos envuelve y nos termina haciendo entender que no es cuestión de existencia, de vida o muerte, sino, justamente de la Idea. La Idea de Destino como el que define la Posibilidad, la Muerte definiendo la Vida, el Sueño la Realidad, el Deseo la Voluntad, el Desespero la Esperanza, y el Delirio... ¿alguien vio a mi perro? Es marrón y simpático menos cuando se pone pesado...

Te lo bajás de acá.