La segunda C, Comer (con m gente)

El compañero Davor hablo de una de las tres C’s, cagar, permítanme hablarles de una de las otras dos. Para la decepción de varios, y el agrado de otros tantos no voy a hablar de coger, los que me conocen sabrán porque exactamente, los que no... bueno, no lo hago por respeto al tópico... (silencio absoluto interrumpido por varios grillos y varios signos de interrogación dispuestos de esta manera ¿?, luego, comienzan a aparecer las carcajadas de aquellos que si me conocen y saben a lo que me refiero, si David, vos.).

En fin, voy a hablar de comer, no sólo de la comida, sino de lo que representa comer, el comer como un paso previo al cagar, podríamos decir para ir integrando.
Si hay algo que yo particularmente disfruto, (y nuevamente apelo a los que me conocen, que sin duda pueden atestiguar al respecto) es comer. Creo que el arte culinario, la gastronomía, la cocina, la comida, el morfi, o como más les guste, es un placer con todas las letras (no entiendo esa frase, si fuese un placer con algunas letras como sería?, plcr?, ahí le saque las vocales, por ejemplo, bueno no importa porque en este caso es con todas las letras, así que te queda placer).Es importante tener en cuenta que vivimos en un país en el que la cultura lleva muy arraigado todo el tema de la comida, y también es cierto que es uno de los países en donde mejor se come en el mundo (no traten de verificar si las cosas que escribo son ciertas, véanlas como decoración, igual justo esto que dije es cierto). Pero no es necesario referirnos a Argentina para valorizar la comida, creo que es un tema en el que se puede generalizar sin problemas, la mayor parte de las culturas tienen como uno de los principales eslabones costumbristas alguna comida en particular.
Sin irnos por las ramas, y abordando un poco mas nuestra cotidianeidad, vemos que la comida sirve de compañía para innumerables propósitos, y hoy es importantísimo destacar que muchas veces ese propósito es la mismísima comida. Reuniones de cualquier índole incluyen el morfi, porque es así, “panza llena, corazón contento”. Comer es un placer orgánico, porque a su vez es una necesidad biológica, al igual que cagar y coger, y aquí es donde muchos podrán discutir si coger entra o no en esta categoría. Yo planteo lo siguiente: es cierto que el organismo no se detiene si no cogemos, no nos vamos a morir, no nos vamos a morir orgánicamente, pero un individuo es mucho mas que un conjunto de órganos, tenemos eso que llamamos psique, o alma, o sentimientos, o lo que fuere, eso que nos humaniza, y que hace que el acto sexual sea mas que un impulso orgánico, lo hace una necesidad emocional. Entonces, siendo estas tres cosas necesarias, podríamos decir que de esa necesidad surge el tremendo placer que generan.
Profundicemos el tema de comer (con M). Hay muchas maneras distintas de comer, y no todas nos satisfacen por igual. Es distinto un almuerzo que una cena, el almuerzo (sin contar el del domingo, al cual le dedicaremos unas líneas mas adelante) esta en el medio de lo que usualmente llamamos “la vorágine del día”, sea estudio, trabajo, o... no se, otras cosas, por ende el tiempo es más reducido, y toda la escena se reduce simplemente a ingerir alimentos. Cuando cenamos, tenemos más tiempo, y vemos a la comida, la olemos, la disfrutamos, estamos concientes que es un momento de pleno placer (hablo en plural para sentirme mas acompañado, en realidad puede que para muchos de ustedes, los dos o tres que llegaron hasta acá en la lectura, esto que digo sea un forrada), y cada bocado es una maravilla por si mismo, y que puede ser de valor agregado al contexto en el que estemos. Aunque... seamos realistas, no son todas las cenas así, porque por lo menos en mi caso, vivo solo con mis hermanos, y no precisamente todas las comidas son un manjar, porque será muy lindo cocinar, pero hacerlo todos los días y bien, es una paja. Por eso aprovecho cuando realmente ceno algo que valga la pena, hecho por mi o por quien sea, no es algo de todos los días.
Por otro lado, esta el tema de las formas, los modales, obvio, rodeado de dos zánganos más somos todos animales, eructo va y viene, si nos manchamos ya fue, hablamos con la boca llena, etc. Probablemente esto se repite en distintas situaciones, amigos, familia, etc. Ahora, el tema es cuando la situación es mas delicada, supongamos, salimos a cenar con una chica, y sabemos que esa noche tal vez podemos llegar a conseguir las tres C’s, con suerte (en realidad hay dos que tenemos seguro, lo que importa es conseguir la tercera)... Entonces, el tema de comer se vuelve un poco más estresante, y tratamos de disimular nuestra bestialidad lo mejor posible, intentamos no mancharnos, que no caiga nada de la boca (así evitamos esas vergonzosas reacciones en las que rápidamente tratamos de meter de nuevo en la boca el pedacito que se cayo), tratamos de no hablar con la boca llena, ni masticar con la boca abierta, y la verdad es que no es trabajo fácil (un consejo, bocados pequeños, y siempre un pedazo de pan a mano, espero que sepan para que). Pero lo importante es que queremos que todo salga bien, y claro, si después puede llegar a venir la gran C (lo saben, me refiero a comer, pero con G). Después tenemos las fiestas, yo siempre las califico por la calidad y la cantidad (atención con eso, es importantiiiiiisimo que haya de sobra) de la comida. Generalmente es alguna fiesta familiar, por ende muchas formas no hay que cuidar.
Por ultimo llegamos al asado del domingo, mi preferido. Compañeros carnívoros, no hay otro momento como ese mediodía que se extiende hasta las 4 de la tarde al compás de las brasas y de las botellas de vino que se van vaciando. La carne saliendo de la parrilla, todo la mesa esperando para poder probar, deleitarse y aplaudir al asador. Conversaciones eternas de tópicos variados, fútbol y política los mas resonantes, que a medida que avanza la tarde se van haciendo un poco mas etílicas, tal vez subidas de tono, pero todo es parte del ambiente, un ambiente generado por una comida, por el asadito y todo lo que implica. Me broto el argentinismo, pero es que realmente creo que si de algo tenemos que estar orgullosos, es de los asados.
El que llego hasta aca, estaba re al pedo, casi tanto como yo cuando escribi esto.
Saludos y hasta la proxima